Reformar la casa siempre es una tarea con cierto grado de complicación a la que, de manera habitual, se le debe sumar la dificultad añadida de que suelen ser costosas, oscilando entre los 250 y los 850 euros por metro cuadrado, por lo que no todas las personas pueden permitírselas.
A veces, las reformas se plantean por capricho, con el fin de darle otro aire a la vivienda. En otras ocasiones, son de carácter urgente por algún desperfecto que se necesite arreglar o porque la vivienda ya tiene más de 20 o de 30 años y se necesita invertir en ella para hacerla más funcional y evitar problemas futuros con los sistemas eléctricos o sanitarios.
Por suerte para las personas que no pueden afrontar una reforma en su domicilio, actualmente existen préstamos de dinero pensados para realizar reformas en viviendas. Tanto es así que las reformas suponen la principal motivación para pedir un crédito para casi la mitad de la población española (el 46% de ciudadanos según datos del Observatorio Cetelem).
Lo primero que debes tener claro antes de pedir financiación es qué partes del domicilio vas a reformar y, por supuesto, pedir un presupuesto serio a un profesional.
Obviamente, no es lo mismo querer cambiar las ventanas de una estancia que pretender cerrar un balcón e instalar ventanales. En función del tipo de reforma que tengas planteado, el precio variará y esto también influirá de manera importante a la hora de pedir dinero a una entidad. Muchas entidades tienen en cuenta este detalle y ofrecen a sus clientes la flexibilidad de elegir la cantidad de dinero que quieren invertir, llegando a oscilar entre los 500 y los 60.000 euros.
Comparando cuáles son las opciones existentes, podrás contrastar cuáles son las que ofrecen mejores tipos de interés y mejor TAE (Tasa Anual Equivalente), que es lo que supone el verdadero coste de un préstamo, ya que incluye las comisiones, intereses y gastos. Además, te recomendamos que analices cuándo son los pagos y cuándo expira el préstamo.
No solicites más dinero del que verdaderamente necesitas, así te evitarás pagar más intereses por el préstamo.
El mejor consejo que podemos darte es que cumplas los plazos a los que te hayas comprometido y que no te retrases en los pagos, ya que eso podría acabar encareciendo el coste total del préstamo. Además, como nos recuerdan en este artículo, la gran mayoría de las entidades de prestamistas tienen en cuenta el expediente de préstamos de los solicitantes (conocido como calificación crediticia) y los retrasos en los pagos podrían acarrear que tuvieses dificultades si en algún momento futuro necesitases solicitar otro préstamo.
Las condiciones generales que deberás cumplir a la hora de solicitar dinero para realizar una reforma no son muy exigentes.
Normalmente, los requisitos son comunes a cualquier otro tipo de solicitud de préstamo, siendo imprescindible que la persona solicitante sea mayor de edad y que resida en España, con un DNI o tarjeta de residencia vigente. Además, también pueden pedirte las últimas nóminas que hayas cobrado, la última declaración del IRPF que hayas realizado y, para las reformas de vivienda, un justificante del proyecto. Para este último documento te servirá el presupuesto, siempre y cuando esté avalado por un profesional.
Algunas entidades, además, estudiarán tu calificación crediticia para comprobar que no tengas deudas pendientes o que no estés incluido en ficheros de morosidad como ASNEF. Otros prestamistas prestan dinero pese a que pertenezcas a ASNEF u otros ficheros, ya que entienden que la forma de entrar en éstos es muy sencilla, bastando sólo una factura impagada para que te incluyan.