Decoración Zen

Interior de estilo Zen

Para los que estéis buscando crear un el interior de vuestro hogar un remanso de paz en el que poder reflexionar y descongestionaros después de un duro día en la “jungla urbana” que es la ciudad, el estilo decorativo Zen es muy recomendable para vosotros.

El siguiente artículo va dirigido especialmente a vosotros, y lo que pretende es mostraros las claves del estilo Zen y que así conozcáis lo que la filosofía Zen puede aportaros a vosotros y a vuestro hogar.

Lo primero que tenemos que saber es que el Zen se basa en las enseñanzas de Buda. Este movimiento decorativo busca crear ambientes de armonía en los que alcanzar la paz interior a través del equilibrio.

¿Cómo alcanzamos ese equilibrio en el hogar? Utilizando pocos objetos, dándole un papel principal a los materiales naturales, potenciando la presencia de aromas en el hogar y creando ambientes sosegados en los que los tonos blancos o la gama pastel de grises, ocres y beiges sean los protagonistas.

Con esto último que comentábamos ya sabemos los colores que debemos utilizar para crear un interior Zen. Aunque si quieres darle un poco más de intensidad a un interior, puedes colocar pequeñas pinceladas de rojo o de verde. Pero en muy pequeñas dosis.

Para los materiales naturales que hablábamos, la madera por supuesto es primordial, pero también potenciaremos el uso de la piedra, del bambú, del mimbre o del papel.

El estilo de todos los elementos del hogar ya intuimos que deben buscar la máxima simpleza posible, así potenciaremos las líneas rectas, huiremos de adornos innecesarios y buscaremos elementos de baja altura. Todo ello buscando el orden por encima de las demás cosas.

La iluminación debe ser indirecta, y los puntos de luz deben estar en la medida de lo posible escondidos o disimulados. Las paredes de estos espacios no requieren de elementos complementarios, y para los accesorios decorativos podemos optar por la madera o el cristal. Pero el número de éstos será reducidísimo.

El orden es esencial, no lo olvides. La ornamentación excesiva es totalmente contraproducente para encontrar esa paz y esa armonía que buscamos.

Y no nos olvidamos de lo que hablábamos al inicio del artículo: la presencia de aromas. Potencia la entrada de inciensos y velas aromáticas con aromas naturales y poco intensos.

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