Decoración nórdica

Decoración nórdica

En el universo del diseño, la cultura del norte de Europa ha sido todo un referente. Ésta se engloba dentro del conocido como estilo nórdico o escandinavo, y de esta decoración hablaremos en el siguiente artículo, conociendo sus claves y los principios básicos para que seamos capaces de crear un interior siguiendo sus pautas.

Una de las claves de este estilo es la unión con el mundo natural. En general el estilo nórdico desprende una naturalidad que muy pocos otros estilos son capaces de trasmitir. La principal fuente de inspiración para crear un hogar de estilo nórdico debe ser la naturaleza, lo que ya nos da una idea del material estrella de este movimiento decorativo: la madera.

Pero al hablar de madera lo hacemos de sus modalidades más claras, siendo las maderas de arce, pino, haya y roble las más utilizadas. El estilo nórdico nos llega de países como Suecia, Dinamarca, Finlandia y Noruega, y en estas regiones estas maderas están muy presentes y se usan no solo en muebles, sino también en accesorios decorativos.

Este estilo no sale a escena hasta finales de los años 50 y finales de los 60. En aquellas primeras etapas se trabajaba más con madera de Teca, de palisandro o contrachapados. Los nombres propios que dieron a conocer este movimiento son algunos como Jacobsen, Paton o Alto.

Otra de las claves del movimiento nórdico en decoración es la simpleza y sencillez de sus formas. Nada de figuras recargadas o con un detalle excesivo. Las formas son suaves y ligeras, y el estilo que se crea es refinado y natural. Justo lo que debemos buscar a la hora de adquirir elementos para nuestro interior nórdico.

Como vemos el minimalismo está muy relacionado con el estilo escandinavo. En un interior nórdico la simpleza y la funcionalidad no solo se buscan en sus muebles, sino en el conjunto en general. Además la claridad de la madera ayuda a conseguirlo. Como podemos adivinar, los tonos claros son los verdaderos protagonistas en este estilo. El dinamismo y el colorido se introducen en pequeños accesorios de colores intensos.

La iluminación también es esencial, y ésta debe ser muy abundante. El tono claro del enotrno ayuda mucho a conseguirlo, pero aún así debemos potencia al máximo  la entrada de luz del exterior. Así que en la medida de lo posible no vistas los ventanales o hazlo con telas ligeras de tonos muy claros.

Con la luz artificial buscaremos lo mismo, así que decántate por luces blancas y potentes, y cuidado con crear juegos de luces y sombras que ensombrecerán el interior.

Compártelo en tu red social: