Puertas automáticas: tips para mantenerlas en perfecto estado

Puertas automáticas

Tanto para negocios como para garajes, las puertas automáticas son cada vez más demandadas. Esto se debe a que ofrecen toda una serie de beneficios, como el hecho de que mejoran la accesibilidad, son mucho más cómodas que las manuales y, por supuesto, que son más seguras que las últimas.

El mantenimiento de las puertas automáticas no es ni especialmente complicado ni costoso, pero deberás tener claro qué es necesario para conseguir que tus puertas con sistemas automatizados se conserven en perfecto estado durante un mayor tiempo. Precisamente para eso te traemos este artículo en el que, a continuación, te ofrecemos los tips necesarios para conseguir que tus puertas automáticas se conserven como nuevas durante más años.

Evita el agua y la humedad

Sabemos que evitar el agua y la humedad de la puerta es prácticamente imposible. Pero no te preocupes, porque realmente nos referimos al cuadro de control, que deberá estar en una ubicación que le permita estar fuera del alcance de cualquier tipo de humedad.

El cuadro de control es, prácticamente, el elemento más importante de nuestras puertas automáticas y el que determinará si éstas se abrirán o no. El agua y la humedad sólo sirven para hacer que esta instalación quede en peligro, pudiendo ser dañada. Por eso, nuestra recomendación es que el cuadro de control siempre quede en la parte interna del garaje o del negocio. Así quedará protegida no sólo de la humedad y el agua de la lluvia, sino también de los excesos de temperatura, que también podrían resultar fatales para el correcto funcionamiento de esta instalación.

Lubrica bien las puertas

Cuando el uso de las puertas es reiterado, lo más lógico es que estas acaben viciándose y que, por tanto, empiecen a chirriar. Para evitarlo, te recomendamos que las lubriques, especialmente en la zona de las cerraduras, el pestillo y las bisagras. Pero, cuidado, tendrás que hacerlo siempre con productos específicos para este tipo de puertas y siempre siguiendo las recomendaciones marcadas para cada tipo de producto. Un exceso de lubricante puede ser igual de dañino que una carencia del mismo (fuente: Metalblinds.es).

Limpia las puertas con asiduidad

No se trata única y exclusivamente de una cuestión de higiene, sino que la acumulación de polvo y otras formas de suciedad pueden acabar provocando un bloqueo de las puertas.

Atendiendo al tipo de puertas automáticas que tengas instaladas, tendrás que limpiar con más detenimiento algunas zonas u otras. Es lo que sucede con las puertas que son correderas, que requieren un mantenimiento continuo en sus guías o, de lo contrario, la suciedad impedirá su correcto desplazamiento. Además, te aconsejamos que te hagas con algún producto que elimine la grasa, uno de los problemas de suciedad más molestos de las puertas automáticas.

Cuidado con los insectos

El cuadro de control es uno de los nidos predilectos de algunos insectos, ya que para ellos son una fuente de calor y refugio. Por eso, será necesario que compruebes que el cuadro de control está perfectamente sellado y que no habrá forma de que los insectos puedan anidar en su interior.

Evita los golpes

Cualquier golpe, por nimio que pueda parecernos por tratarse de un balonazo o una patada, puede suponer un problema para el correcto funcionamiento de tus puertas automáticas, ya que podrían provocar que éstas se desplacen levemente de las guías y que, por tanto, no puedan realizar el recorrido como deberían.

No las fuerces

Si las puertas son automáticas, no es necesario que trates de forzar el mecanismo abriéndolas de manera manual si la electricidad ha presentado un fallo o si el mando a distancia no funciona correctamente. Ten en cuenta que eso puede provocar averías serias que precisen del trabajo de un especialista.

Comprueba el estado de los muelles

Los muelles son uno de los elementos que más tendencia muestran a averiarse tanto por la oxidación propia del paso del tiempo como por el movimiento reiterado de la puerta. Si quieres hacer que los muelles tengan una vida útil algo más prolongada, te recomendamos que compruebes cada tres meses la tensión de los mismos y que acudas a un profesional si notas que la tensión ya no es tan firme como debería. De esa manera, evitarás que la puerta falle en el momento más inesperado.

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