Factores a considerar si se necesita un préstamo para una reforma

Préstamo para reforma

Si estás pensando en solicitar un préstamo para realizar una reforma, es importante que, antes de nada, pienses bien qué es exactamente lo que necesitas y si vas a ser capaz de pagar las cuotas, entre otras. En este artículo te presentamos una serie de factores esenciales que debes tener en consideración antes de solicitar un préstamo para llevar a cabo una reforma de tu hogar.

Calcula tu situación económica

Lo primero, y más importante de todo, es analizar bien nuestra situación económica y ver si vamos a ser capaces de cumplir con los plazos para pagar las cuotas. Hay que fijarse, sobre todo en los plazos y duración de nuestro préstamo, así como en el tipo de interés que se aplicará o las comisiones que nos propone la entidad financiera. Es aconsejable que tengamos un trabajo fijo o que dispongamos de bienes materiales para vender en caso de necesidad extrema.

Analiza a la competencia

Puedes hacer una comparativa tanto de tu banco habitual como de los bancos de la competencia y fijarte en el tipo de interés. También de las entidades financieras que se dedican a ofrecer este tipo de préstamos, destinados a las reformas u otros servicios. Puedes solicitar un préstamo hipotecario, por ejemplo.

Elije un préstamo hipotecario para grandes cantidades

Como sabes, el realizar una reforma de tu hogar suele implicar una importante suma de dinero. Por ejemplo, si vamos a realizar una reforma integral de nuestro hogar necesitaremos pintar paredes, cambiar suelo, comprar muebles nuevos, etc.; contratar un arquitecto, quizá un diseñador... Sin duda, una suma de dinero muy elevada.

Si la reforma es integral, no lo dudes, elige un préstamo hipotecario. Ganarás en tiempo de devolución y, por regla general, el tipo de interés suele ser inferior. Así que de esta forma podremos ahorrar un poco más de dinero.

Sin embargo, si la reforma es menor, por ejemplo, de la cocina o de los baños, entonces te recomiendo que elijas un préstamo o crédito. Aunque pagues un poco más de interés la cantidad prestada será menor y, por ende, podrás pagarla antes. Al final te resultará más económico que pagar comisiones más bajas, pero durante más tiempo.

Si no dispones de vivienda

Si no tienes propiedades a tu nombre, pero de igual manera necesitas hacer una reforma de un inmueble, fíjate en las entidades que pueden ofrecerte créditos. Un ejemplo de ello son los créditos estando en ASNEF sin propiedad. En estos casos se te solicitará otro tipo de condiciones, entre ellas que dispongas de ahorros, pero no de vivienda.

No pidas más dinero del que dispones

Ten por regla general que no debes pedir nunca más dinero del que necesitas. Puede que en el momento de solicitar tu primer préstamo te resulte atractiva la idea de ampliar el monte para así comprar otras cosas que no necesitas a corto plazo. Mi consejo es que no lo hagas. Puede que en ese momento te sientas más relajado para planteártelo, sin embargo, cuando pasen los meses notarás que no puedes ahorrar tanto dinero como antes y que una parte importante de tus ingresos irán destinados a pagar las cuotas de tu préstamo.

Además, deberás devolver el dinero solicitado junto a la suma de comisiones e intereses, y eso inflará el total. Más todavía si la cantidad prestada es mayor.

No recurras al dinero rápido y sin garantías

Si tu situación económica no es ideal para poder solicitar un crédito o préstamo, no lo hagas. Hay empresas o entidades que ponen menos impedimentos que otras que solicitan las nóminas o justificante de ingresos, entre otros requisitos. Es decir, te proporcionan dinero rápido y sin garantías. Sin embargo, el truco reside en que a la hora de pagar tus cuotas verás que el tipo de interés y comisiones son bastante más elevadas. Es mejor que esperes a que tu situación económica sea más estable.

Fíjate en el TAE

Muchas veces podemos ver anunciados productos en forma de crédito o préstamo que resultan de lo más atractivos, sin embargo, luego nos llevamos la sorpresa. Te recomiendo siempre que te fijes en el TAE y que compruebes si por comprar un determinado producto te verás obligado a contratar otros servicios. Por ejemplo, a tener que contratar paralelamente un seguro. Eso englobará el precio de tu préstamo, sumado a las comisiones e intereses.

Compártelo en tu red social: